Malá Strana, Praga - Uno de los barrios más pintoresco de la ciudad

Malá Strana, conocida en español como Ciudad Pequeña o Barrio Pequeño, es uno de los barrios que componen el casco antiguo de Praga y una de las zonas más pintorescas de la ciudad. Se extiende desde el pie del Castillo de Praga y el monte de Petřín hasta la orilla del río Moldava.

Un primer poblado surgió en el siglo IX junto con la fundación del castillo. Sin embargo, la fundación de Malá Strana como ciudad real amurallada con organismos de gestión propios data del año 1257, durante el reinado de Přemysl Otakar. La plaza central con el mercado se situaba en lo que hoy es la Plaza de Malá Strana (Malostranské náměstí).

Malá Strana tuvo un gran desarrollo en el siglo XIV durante el reinado de Carlos IV, quien hizo florecer la ciudad con sus obras, pero el período posterior fue desastroso, debido al estallido de las Guerras Husitas. La zona fue escenario de batallas entre husitas y católicos, siendo incendiada y la mayor parte de sus edificios destrozados. También sufrió daños importantes durante el gran incendio del año 1541 y durante la Guerra de los 30 años. El aspecto que tiene hoy en día es sobre todo del período barroco, por lo que aveces es llamado «el barrio barroco de Praga.»

Malá Strana es una visita obligada en tu viaje a Praga. Desde la Ciudad Vieja se puede llegar a pie atravesando el Puente de Carlos. Saliendo del puente se encuentra la calle Mostecká que desemboca en la Plaza de Malá Strana (Malostranské náměstí), donde podrás ver la imponente Iglesia de San Nicolás cuya cúpula es visible desde casi toda la ciudad. A pocos metros se encuentra la calle Nerudova, una de las calles más bonitas de Praga, la cual nos lleva al Castillo. Otro de los lugares importantes para visitar en Malá Strana es la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, un importante centro de peregrinación.

En las calles adoquinadas del barrio también abundan las tiendas de recuerdos, los típicos pubs checos, restaurantes tradicionales y preciosos palacios.